En la mayoría de los casos no somos conscientes que un pequeño exceso puede
significar muchas calorías extra a nuestra dieta, y que pequeñas modificaciones
pueden ayudar a que un producto similar no trastorne nuestra alimentación.
Para esto voy a daros algunos ejemplos de manera que elegir lo mejor sea
más fácil:
Un pecado de comida:
Menú Big Mac (hamburguesa, patatas medianas y refresco) – aprox. 1.000
calorías.
Hamburguesa con queso + patatas pequeñas + refresco light – aprox.500 kcal.
Un refresco:
Lata de refresco 330 ml – 138 kcal.
Lata de refresco light 330 ml – 1 kcal.
Para el desayuno:
Mermelada (1 cucharada de postre colmada) - aprox. 50
kcal.
Mermelada diet (1 cucharada de postre colmada) – aprox. 6 kcal.
Es importante cuando miramos los etiquetados ser conscientes que la
cantidad de calorías indicadas no corresponden en la mayoría de los casos al
producto que compramos, si no que corresponden a 100 grs de ese producto…con lo
que tenemos que ser conscientes de la cantidad que ingerimos (ej. Si una coca
cola normal marca 42 calorías por 100 ml y nos bebemos una lata en realidad
estamos ingiriendo 42kcal X 3,3, con lo que nos aportará un total de
138 kcal.
No dejéis de tener en cuenta todos estos pequeños detalles. Si elegimos las
mejores opciones de estos platos nos habremos ahorrado casi 700 kcal, lo que
nos indica que consumiendo productos de calidad podremos consumir mayor
cantidad de alimento por la misma cantidad de calorías.
Ni que decir tiene que la calidad de lo que elegimos también cuenta, ya que
el cuerpo utiliza de mejor manera los nutrientes “sanos” que los componentes de
alimentos industriales, grasas saturadas o trans y azucares adicionales.
Elige CALIDAD antes que CANTIDAD y recuerda que TODO CUENTA.
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